Monday, August 20, 2007

Seguir la senda de San Alberto Hurtado


Cientos de fieles llegaron hasta la explanada del Santuario del Padre Hurtado en la tarde del sábado 18 de agosto para participar con fervor en la Misa en recuerdo de San Alberto Hurtado, al cumplirse 55 años de su fallecimiento. El oficio religioso fue presidido por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz y concelebrado por los padres Guillermo Baranda s.j., provincial de la Compañía de Jesús en Chile, y Juan Carlos Bussenius s.j., rector del mencionado santuario.
Igualmente concelebraron una veintena de sacerdotes, entre ellos los padres Renato Poblete, Agustín Moreira, Fernando Montes, Fernando Vives, Samuel Fernández.
El 18 de agosto ha sido instituido en el país como el Día de la Solidaridad, como un homenaje del pueblo de Chile a quien fuera un ejemplo de amor y entrega a los más necesitados.
Un apóstol de Jesucristo
En su homilía, el Cardenal Errázuriz destacó la figura de San Alberto Hurtado como la de un apóstol de Jesucristo que tuvo a los pobres como el centro de su vida. “San Alberto Hurtado, discípulo de Jesucristo, optó por la pobreza, optó por seguir el camino de Jesús, por hacerse pobre, para que nosotros fuéramos ricos por su pobreza”, señaló.
Y agregó el Arzobispo de Santiago: “También optó por el voto de pobreza, castidad y obediencia, optó por esa pobreza que es vivir sencillamente en este mundo con medios sencillos para que la fuerza de Dios resplandeciera en el obrar de él. Y por eso el Padre Hurtado se hizo mendigo, por así decirlo, buscando bienes para los pobres. Se hizo uno más que sin tener la riqueza de este mundo quería ponerse al servicio de esos pobres. No sólo eso sino que al optar por esa pobreza y al optar por la pobreza de no tener bienes, y por la pobreza de la obediencia, el Padre Hurtado opta por la libertad de Jesús, y por eso le podía decir a la sociedad aquellas cosas que le dijo, podía hablarles con un cariño extraordinario, pero podía al mismo tiempo mostrar horizontes de santidad que no todo el mundo mostraba; y podía hacerlo sin sentirse con atadura alguna ni ante los poderes de la riqueza, ni los poderes políticos, ni los poderes de la inteligencia. Ningún poder le impedía ser libre porque era pobre, había optado por la pobreza y la libertad de Jesús”.
Amor a la Eucaristía
El Cardenal Errázuriz destacó que el gran amor del Padre Hurtado fue la Eucaristía. “El Padre Hurtado –dijo- quiso ser misionero de Jesucristo, y quiso con toda el alma y a través de su testimonio que Jesucristo llegara a tanta gente, con su testimonio personal y con el de tantas otras personas que lo acompañaron, de manera que tuvieran la experiencia de Jesús y de esa manera se convirtieran a Él.
El padre Hurtado lo quiso hacer hablando de Jesucristo, hablando del rostro de Cristo, hablando del amor del Señor, hablando de la vocación humana para el ir al encuentro y para asemejarse al Señor, y lo quiso hacer invitando al seguimiento al Señor a tantas personas. Es extraordinario lo que hizo San Alberto Hurtado como discípulo de Jesús, como misionero de Jesús, discípulo de Jesús pobre que quiso hacerse pobre para hacernos rico a nosotros. Y misionero de Jesucristo para que en nuestra sociedad hubiera vida y hubiera vida en abundancia”.
Fuente: Iglesia.cl

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