Estados Unidos es una nación basada en los valores religiosos y la defensa del orden democrático.
Al recibir las cartas credenciales de la nueva embajador del país ante la Santa Sede, la señora Mary Ann Glendon, el Papa explicó que conciliar la unidad y la diversidad es hoy el objetivo de los que quieren un futuro de paz y prosperidad.
A Estados Unidos le toca desempeñar un papel de liderazgo en la comunidad internacional si promueve los principios éticos del desarrollo integral de los pueblos, basados en los principios de la ley moral. Benedicto XVI deseó éxito a la negociación de Annapolis a favor de la paz en Medio Oriente y el diálogo interreligioso e intercultural promovido por Estados Unidos, que puede llevar paz, respeto y colaboración entre los pueblos.
La señora Glendon, antigua profesora universitaria, colaboró muy de cerca en el pasado con la Santa Sede y es conocida por su compromiso católico.
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