Tuesday, May 27, 2008

Universidad San Pablo CEU - José Ramón Recuero presenta su nuevo libro


José Ramón Recuero denuncia el intento de imponer una religión postmoderna que eleva al hombre al rango de dios


El abogado del Estado en el Tribunal Supremo, José Ramón Recuero Astray, ha presentado en la Universidad CEU San Pablo su libro ‘La Cuestión de Dios. Diálogos con Descartes, Feuerbach, Marx, Nietzsche y Ratzinger’, editado por la Editorial Biblioteca Nueva. La obra es el quinto libro publicado por José Ramón Recuero. Trata sobre ontología y se corresponde con el primer volumen de una trilogía en la que los siguientes libros hablarán sobre ética y política y estado de derecho respectivamente. ‘La Cuestión de Dios’ es un ensayo en el que se nos ofrece, mediante un diálogo del autor con los filósofos, una clara visión de cuál ha sido el primer principio de todas las cosas, el ‘dios’ con minúsculas en el que distintos filósofos han fundamentado la realidad, ya se trate de la Razón de Descartes, la Materia de Feuerbach o el Dios encarnado de Ratzinger.

En su alocución, José Ramón Recuero ha señalado que el “el ateismo no existe”, y es que, según ha argumentado, “toda persona cree en algo básico, primordial, que fundamenta el mundo. Toda verdad se basa en una anterior y como no se puede seguir así hasta el infinito, tiene que existir una verdad original”. En este sentido ha incidido en que el ateo tiene fe, “una fe basada en la materia. No hay Dios espiritual, no hay alma, es teología física primitiva”. Por lo tanto, siendo la Teología la ciencia de Dios, “podemos hablar de una teología física, cuando hablamos de lo material, y una teología metafísica cuando la basamos en un Dios espiritual”. Esta teología física, ha resaltado, “convivió muy bien con el politeísmo”.

Asimismo, ha indicado que en la sociedad actual rige la filosofía del postmodernismo, que postula que “Dios como espíritu ha muerto y ahora hay muchos dioses que son los hombres”. Esta visión de la humanidad tiene su origen en el antropocentrismo materialista, extendido por Occidente después de las revoluciones del siglo XIX y XX y que supone una vuelta a la teología física de la filosofía anterior a Aristóteles y Platón, los cuales propugnaron la filosofía metafísica basada en un Dios espiritual y que supuso la ruptura con la filosofía física anterior que identificaba lo divino con la naturaleza, algo que el propio Aristóteles consideraba como primitivo.

Esta vuelta a los principios de los primeros filósofos griegos, los cuales creían en los elementos como principio de todas las cosas, tiene un primer antecedente en Descartes con quien “la persona humana se erige en ‘argé’, en principio y fin de las cosas. ‘Yo pienso, luego existo’, es decir, yo pienso luego Dios y las cosas existen”. Para Descartes, la verdad primigenia no es la materia de los primeros filósofos o el Dios espiritual de Aristóteles, sino la razón pura. Se trata de una teología metafísica encerrada en los límites de la mera razón humana, que se desarrollará con Kant y Hegel y que fue asumida por la Ilustración del siglo XVIII, extendiéndose con la Revolución Francesa.

En el momento actual, estos principios se llevan hasta el extremo, “convirtiendo a la razón humana en nuevo mito y dando lugar a la época materialista y postmoderna en que vivimos”. En este sentido, la figura de Feuerbach es especialmente representativa. Feuerbach “se da cuenta de que el mundo no existe por que así lo pensemos y vuelve al principio, opta por lo físico”, es decir, se vuelve a la teología física pero centrada en el ‘yo’ de Descartes, es decir “el nuevo dios es el hombre. No solo no hay Dios espiritual, sino que como proclama solemnemente Nietzsche, Dios ha muerto”.

Por lo tanto, en la actualidad estamos viviendo un “intento de imponer una religión postmoderna basada en la teología física, en la que se da culto a la naturaleza y al cuerpo y se prescinde de Dios como espíritu, que queda relegado a lo más profundo de la conciencia”.


Para José Ramón Recuero, “un hombre que quiere representar el papel de dios es algo, en primer lugar algo patético, y en segundo lugar, es algo muy peligroso para la libertad, tal y como hemos comprobado muchas veces. Basta recordar el holocausto”. En este sentido, ha recordado que “es necesario un mundo moral, con metafísica, para que podamos tener libertad. Si no, en un mundo físico que necesariamente se rige siempre por causalidad no puede existir libertad, pues difícilmente la materia no libre puede crear seres libres”. Esto lleva a pensar que “dios es el Dios de Aristóteles, un espíritu trascendente y vivo, subsistente por si mismo, que sujeta el mundo y cuida de él”.

Finalmente, ha propuesto llevar a cabo una nueva Ilustración en la que se cuente con la trascendencia cara a todos y hacia el mundo, lo cual requiere un diálogo con la postmodernidad.

En la presentación también ha participado el presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo, Ramón Trillo Torres; el doctor en Filosofía, Teófilo González Villa; el editor del libro, Antonio Roche Navarro; y el presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfredo Dagnino Guerra.

Ecclesia Digital

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