Desilusión provocó en México el hecho que no asista el papa Benedicto XVI al VI Encuentro Mundial de las Familias que se efectuará en la capital del 14 al 18 de enero, reconoció el coordinador de la reunión el viernes."México tenía una gran ilusión de que pudiera participar el pontífice y cuando se supo que no asistiría, la gente en un primer momento se sintió un poco desilusionada, pero lo entendió", declaró el viernes el sacerdote mexicano José Guillermo Gutiérrez Fernández, del Pontificio Consejo para la Familia.
Su presencia habría provocado incluso una afluencia mayor, "en que habríamos visto verdaderas multitudes, aunque asistirán miles y miles de personas", dijo el sacerdote a un grupo de periodistas.
Benedicto XVI clausuró el encuentro anterior en Valencia, España, y Juan Pablo II participó en los cuatro anteriores, en los dos celebrados en Roma en 1994 y 2000, el de Río de Janeiro en 1997 y el de Manila en 2003.
Esta vez será representado por el Secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y enviará un mensaje videograbado y tendrá un contacto directo, también en video, en la misa de clausura, en que impartirá la bendición apostólica.
"Esperamos que si su salud se lo permite, pueda venir en otra ocasión a México", dijo Gutiérrez Fernández.
Asistirán 200 obispos y 30 cardenales y delegaciones de familias provenientes de todo el mundo, unas 10.000 personas en total.
El tema de la sexta reunión de la conferencia instituida por Juan Pablo II será "La familia, formadora de valores humanos y cristianos".
La actual crisis económica internacional y sus efectos en la familia estará entre los temas a tratar, así como los efectos de la emigración, el aborto, el divorcio, la eutanasia, con testimonios de familias de los cinco continentes.
La vocación educadora de la familia, la sexualidad, aborto, eutanasia y las legislaciones sobre las familias y la vida serán analizadas en el VI Encuentro Mundial de las Familias, que se celebrará del 14 al 18 de enero en Ciudad de México y será clausurado en videoconferencia por Benedicto XVI.
El encuentro fue presentado hoy en el Vaticano por el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para las Familias, que dijo que la Iglesia católica considera a la familia una "prioridad pastoral", convencida de que el futuro de la humanidad pasa a través de ella.
Antonelli recordó que estos encuentros fueron promovidos por Juan Pablo II y continuados por Benedicto XVI, quien aunque no acudirá a Ciudad de México por motivos de salud (los médicos le desaconsejaron el viaje debido a la altitud de la capital mexicana), sí lo seguirá y participará en varias ocasiones.
El sábado 17 enviará a los asistentes, que se estiman en un millón de personas, un mensaje grabado y el domingo 18 participará por videoconferencia desde el Vaticano en la misa con la que concluirá el encuentro. Al final de la misma pronunciará un discurso y anunciará cual será la ciudad que acogerá el VII encuentro mundial de las familias.
El encuentro tiene como lema "La familia formadora de valores humanos y cristianos" y será presidido en nombre del Papa por el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone.
El cardenal Antonelli precisó que del 14 al 16 se celebrará un congreso teológico pastoral, el 17 será dedicado a jornada de testimonios de las familias de los cinco continentes y el 18 se oficiará la misa ante la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, la más visitada del mundo católico.
Al congreso teológico pastoral asistirán, según afirmó el sacerdote mexicano José Guillermo Gutiérrez Fernández, coordinador del evento, más de seis mil personas, procedentes de los cinco continentes.
Aunque el tema es la familia como educadora y transmisora de la fe, en el congreso se analizarán también los valores familiares, la familia y sexualidad, las relaciones entre familia y el valor de la vida humana, los organismos que ayudan a la familia en la formación de los valores, la familia y los medios de comunicación, las familias emigrantes y la política y las legislaciones de los estados en favor de la familia y la vida.
Sobre las políticas de ayuda a la familia, Antonelli abogó por reducciones fiscales y por un salario para las madres que quedan en casa para educar a los hijos.
Antonelli se preguntó por qué se ve normal que quien cuida un niño cobre un sueldo y cuando es la madre no se contemple. El cardenal subrayó que lo anterior no se contradice con el principio del amor gratuito de una madre por el hijo, sino que se trata de un justo reconocimiento.
En el encuentro participarán familias de 98 países, 30 cardenales y 200 obispos de todo el mundo.
Antonelli dijo que en México "como en otras partes del mundo la familia atraviesa una crisis", pero que en ese país la unidad familiar sigue siendo fuerte, sentida y valorada y es la principal institución de ayuda y de solidaridad.
No obstante, Antonelli dijo que el aborto, el divorcio, la eutanasia y temas de bioética "lejanos de su cultura popular" están penetrando en México.
"La familia tiene que afrontar actualmente con creatividad el desafío de una cultura individualista y mercantilista, basada en la producción y el consumo. Tenemos un equivocado concepto de la libertad y se privilegian otras formas de convivencia que oscurecen el valor de la familia, basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer", afirmó el cardenal.
Agregó que con esa mentalidad se difunde, "sin un amplio consenso social y bajo el impulso de pequeños pero activos grupos de presión de fuerte ideología leyes que permiten con mucha facilidad el aborto, el divorcio rápido o la eutanasia".
Antonelli subrayó que responder a esos desafíos es "una obligación moral y difícil".
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