Hoy, 16 de enero, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo de los SANTOS BERNARDO, PEDRO, OTÓN, ACURSO Y AUXILIO, quienes fueran martirizados en un día como hoy de 1216, en Marruecos, frica. Oriundos de diversas ciudades italianas, pertenecieron a la orden de San Francisco, siendo Bernardo, Pedro y Otón, sacerdotes y Acursio y Auxilio hermanos legos. En 1481 el Papa Sixto IV aprobó su culto, declarándolos protomártires franciscanos. Sus reliquias se veneran en Coimbra, en un artístico monumento, fuente de numerosas gracias y milagros. Unidos a la familia franciscana, brindemos nuestro cálido aplauso a los Santos Bernardo, Pedro, Otón, Acurso y Auxilio.
Meditación
¿Quiénes son los mártires de Marruecos? Cinco valientes al servicio de la fe católica que abrazaron la vida religiosa en la orden franciscana, justamente en el primer decenio de existencia de esta orden. Cinco valientes, Bernardo, Oton, Pedro, Acurso y Auxilio, que conformaron la expedición misionera enviada por el mismo San Francisco a evangelizar a los musulmanes occidentales. El mismo Francisco había querido realizar personalmente esta tarea, pero sus ocupaciones de conductor de su naciente orden le dificultaron su anhelo. Por eso, la expedición de Uds. cinco va en el nombre de Francisco. Fray Vitale había sido elegido jefe de la expedición, pero, cosas del destino, a causa de una enfermedad, eres tu Bernardo, designado jefe de la expedición, por tener un gran dominio de la lengua árabe, además de ser un excelente predicador. La expedición pasa de Italia a Aragón, en España, y luego a Coimbra en Portugal en donde son recibidos con honores por el Rey Alfonso II. De aquí van a Alanquer y Sevilla, en España, en donde tienen los primeros contactos con el mundo musulmán. A los pocos días de llegados, van la mesquita musulmana en donde anuncian con fervor el evangelio de Jesucristo. Pero, como era de esperar, inmediatamente son maltratados por los musulmanes, encarcelados y expulsados de la ciudad. Sin embargo, Uds. no se rinden. Tercos en su misión de predicar el Evangelio de Jesucristo entre los musulmanes, emprenden viaje a Marruecos, en donde con renovado zelo apostólico retoman su apostolado misionero. Pero nuevamente aquí son encarcelados y sometidos a muchos maltratos que terminaron con el martirio. El mismo rey con su propia cimitarra, les cortó uno a uno la cabeza. Al llegar esta noticia a San Francisco, el exclamó: "Ahora sí que puedo decir con certeza que tengo cinco hermanos menores". Gracias Señor porque nos has dado en los mártires de Marruecos Berardo, Pedro, Oton, Acurso Y Auxilio, un signo visible de tu amor por los musulmanes. Te suplicamos, hoy, en el día de su fiesta, la gracia de poder seguir su ardiente ejemplo e ir con tenacidad a predicar tu palabra aun a los lugares más difíciles.
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