Cuenta Fulgencio Torremocha en Las Provincias que el proyecto de restauración del monasterio de Nuestra Señora de los Dolores de Bocairent pasa necesariamente por la presencia de alguna congregación que recupere el espíritu religioso que sostiene una institución de estas características. Para ello, la parroquia, a través del arzobispado de Valencia realiza gestiones para encontrar una congregación que ocupe el convento.
El párroco, Ángel Olivares manifestó que existe la voluntad de traer alguna comunidad religiosa "procedente de cualquier parte de España o de Suramérica, pero que pueda darle al convento el uso religioso para el que fue construido".
A esta circunstancia cabe añadir que las nuevas inquilinas se sumarían a las dos hermanas que actualmente siguen viviendo en el monasterio, sor Celia y sor Sara que tras desobedecer la orden de abandonar el monasterio por parte de los agustinos, fueron expulsadas de la congregación.
Las dos religiosas solicitaron entonces el estatus de ermitañas que debe conceder el obispo diocesano, pero todavía no han recibido ninguna contestación en ningún sentido, según manifestaron a LAS PROVINCIAS fuentes cercanas a sor Celia y sor Sara.
El mismo portavoz añadió que existen ya gestiones en distintos ámbitos geográficos de España y Suramérica, "porque el tema del idioma es indispensable para la acogida de una congregación", apuntó el portavoz. Una de las opciones que al parecer se ha barajado es el de una orden de un convento ubicado en la comunidad Castilla y León, donde conviven un número suficiente de religiosas para que pudieran crear dos congregaciones geográficamente separadas.
Sin embargo, "es un tema que todavía está muy en el aire porque además, primero hay que acondicionar el monasterio, ya que nadie acepta un ofrecimiento de estas características sin garantizar unas condiciones mínimas de habitabilidad", señaló la misma fuente.
A todo ello cabe añadir el inconveniente que supone la falta de vocaciones que padece la iglesia, por lo que las gestiones todavía resultan más costosas. En principio se intenta traer alguna orden de clausura, aunque también se baraja cualquier otra alternativa. "Lo importante es que se consolide una comunidad", explicó un portavoz próximo a la plataforma pro monasterio.
Mientras tanto, el mismo movimiento vecinal sigue organizando visitas guiadas los domingos por la mañana al primitivo convento rupestre de Nuestra Señora de los Dolores y de los Santos Reyes, fundado en 1556 y excavado en la roca.
El conjunto monástico fue adquirido finalmente por la parroquia el 29 de junio de 2007. Pero el camino hasta llegar al acuerdo con la orden de las agustinas fue largo y complicado. Finalmente fue comprado por 1,2 millones de euros, 200 millones de las antiguas pesetas.
Esta cantidad quedó lejos del precio inicial que fijaron sus propietarias de 1'5 millones de euros, unos 250 millones de pesetas, mientras la parroquia ofrecía 541.000 euros, es decir, 90 millones de pesetas.
Las operación se cerró con la priora del monasterio de San Mateo, porque tras la salida de las religiosas de Bocairent fueron destinadas oficialmente a este convento del que dependían orgánicamente.
La adquisición fue celebrada por un gran número de vecinos que abarrotaron la iglesia del monasterio, donde el entonces arzobispo de Valencia, monseñor García-Gasco ofició una misa como acción de gracias por la compra del monasterio de las agustinas por parte de la parroquia.
La celebración se completó con un concierto ofrecido por el Coro de la Universidad Politécnica de Valencia.
RD
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