Friday, June 05, 2009

Ga'afar Nimeiri, un presidente contradictorio (1969-1985)


A los 79 años y después de una larga enfermedad, ha muerto Ga'afar Nimeiri, presidente de Sudán que conquistó el poder gracias a un golpe de estado en 1969 y posteriormente fue depuesto por otro golpe semejante en 1985.

Nimeiri supuso para el Sudán extremos contrapuestos: Por un lado fue el presidente que en 1972 firmó el acuerdo de paz de Addis Ababa, que puso fin al primer periodo de guerra civil y abrió una década de prosperidad como no había habido en el sur desde la independencia de Gran Bretaña. Por otro lado, con el desgaste de su Gobierno, se vio en la necesidad de buscar nuevos apoyos y, después de una supuesta "conversión," se acercó cada vez más al movimiento de los Hermanos Musulmanes. Propició la entrada de algunos de sus elementos en las instituciones del estado, proclamando posteriormente la sharia en todo el país al mismo tiempo que abolió las instituciones de gobierno creadas en el sur. Estos gestos supusieron una flagrante transgresión de los acuerdos de paz y causaron el comienzo del nuevo periodo de guerra que duraría veinte largos años.

Se habla de él en un principio como un militar cercano al pueblo, coqueteó al principio con los planteamientos socialistas a raíz de las ideas panarabistas del dirigente egipcio Gamal Abd-el-Nasser y tuvo cierta popularidad, especialmente después de la firma de la paz en el año 1972 y los años de prosperidad que siguieron. Fue uno de los pocos líderes árabes que en su día apoyaron el histórico acuerdo de paz entre Egipto e Israel. Sin embargo, los grandes méritos de su obra durante aquel periodo inicial se vieron deshechos por la posterior deriva hacia el islamismo político que ha tenido una impronta tan grande y duradera en el país.

El Sudán de hoy, con sus connotaciones político-religiosas, no se puede comprender sin la contribución de este hombre que dio carta blanca para que los elementos más radicales del islam político pudieran infiltrarse permanentemente en la administración y los cuerpos de seguridad.
Una de las imágenes públicas más relevantes de Nimeiri fue la montaña de botellas de bebidas alcohólicas que ordenó quemar y vaciar al río Nilo junto a Jartum para celebrar la imposición de la ley islámica y la prohibición absoluta de alcohol en todo el país. Llegó ejecutar a líderes de la oposición por sus visiones políticas y religiosas (especialmente la represión de los líderes Ansar y la escandalosa ejecución de Mahmoud Taha, el carismático líder del liberal y tolerante
Movimiento Republicano, de gran popularidad en aquellos años). A pesar de haberse aproximado tanto al movimiento de los Hermanos Musulmanes, fueron éstos los que al final precipitaron su caída y propiciaron el incruento golpe de estado que acabó con su gobierno.

Como ocurre en muchos otros lugares, en Sudán no se hablará nunca mal de alguien que ha muerto y por tanto, en estos días su figura se habrá visto exaltada por todos lados. Abel Alier, su antiguo vicepresidente y uno de los intelectuales sureños más respetados, ha sido el único que ha manifestado una sutil crítica a su gestión diciendo que "fue un hombre sincero e hizo grandes cosas, aunque también cometió errores que no debiera haber cometido."
Alberto Eisman
Muzungu

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