La esperanza es joven

Queridos amigos, hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo.

¿Qué es la esperanza para ti?

“Para mi la esperanza es que todo lo que me sucede en la vida tiene un sentido”.

“Mi esperanza es que todos puedan alcanzar la felicidad, la paz del espíritu”.

“La esperanza en español es la fe. La fe la tiene la gente que necesita encontrar un camino para poder continuar adelante. Es el motor que la gente necesita para continuar a creer y para tener la ilusión de vivir. Pero la fe la pueden tener también los que no tienen esta necesidad”.

Pienso en tantos hermanos heridos de la vida, condicionados por una inmadurez personal que, frecuentemente, es consecuencia de un vacío familiar, de educación permisivas y de experiencias negativas y traumáticas.

¿Qué harías si no tuvieras más esperanza?

“Sería un suicidio, porque la vida se tiene que nutrir siempre de esperanza”.

Sed pacientes y perseverantes, venciendo la tendencia natural de la prisa en la juventud, de querer todo e inmediatamente.

“Sé que cuando no estoy bien es porque he cerrado mi corazón. No me abro más a Cristo ni a los otros, a lo que debo hacer cada día. Luego intento abandonarme y abrir mi corazón a lo que me pide Jesús, intento escucharlo y buscarlo continuamente. Le rezo simplemente”.

“Espero que todo vaya bien en la tierra, que no haya más guerras, que la gente esté bien. Se debe ser siempre positivo con todas las cosas”.

“Sin esperanza no se puede realizar nada. Todo parece equivocado y se ve todo en forma negativa”.

Díganlo a los otros, con su alegría y compromiso espiritual, apostólico y social.

Tú, que en la continua inestabilidad de la vida presente te das cuenta de ser agitado entre las tempestades más que caminar sobre la tierra, tienes fija la mirada en el brillo de esta estrella, si no quieres ser movido por los huracanes, si surgen los vientos de las tentaciones y te encuentras en medio de las tribulaciones, mira la estrella, invoca a María... en los peligros, en las angustias, en la perplejidad piensa en María, invoca a María... Siguiendo su ejemplo no te derrumbarás; invocándola no perderás la esperanza; pensando en ella no caerás en el error. Apoyado en ella no resbalarás; bajo su protección no tendrás miedo de nada; con su guía no te cansarás; con su protección llegarás al destino.

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