Thursday, October 27, 2011

Benedicto XVI reconoce «llena de vergüenza» el recurso a la violencia en nombre del cristianismo

El Papa Benedicto XVI ha reconocido este jueves que "también en nombre de la fe cristiana se ha recurrido a la violencia en la historia" y ha subrayado que "es tarea de todos los que tienen alguna responsabilidad de la fe cristiana el purificar constantemente la religión de los cristianos".


"Es un hecho que reconocemos llenos de vergüenza", ha subrayado durante el discurso en la Jornada de Oración por la Paz y la Justicia de Asís (Italia), junto con 300 representantes de las diferentes religiones del mundo.

Sin embargo, el Papa ha recordado que "es absolutamente claro" que este tipo de violencia es "un uso abusivo de la fe cristiana" porque los cristianos creen en un Dios "del amor y de la paz" por lo que deben ser "instrumento de la paz de Dios en el mundo".

Así, ha recordado que el hecho de que la religión motive la violencia es algo que, como personas religiosas les debe "preocupar profundamente" porque, según ha explicado el Pontífice, "hay una concepción y un uso de la religión por la que esta se convierte en fuente de violencia". Precisamente, el Papa ha subrayado que en contra de esta forma de violencia, los líderes religiosos deben promover "el diálogo" entre las diferentes creencias.

Por otra parte, el Papa ha destacado que otro tipo de violencia es "el terrorismo", que emplea "ataques muy precisos que deben golpear destructivamente en puntos importantes al adversario, sin ningún respeto por las vidas humanas", porque "a los ojos de los responsables, la gran causa de perjudicar al enemigo justifica toda forma de crueldad".

En este sentido, el Pontífice ha lamentado que el terrorismo es "a menudo motivado religiosamente y que, precisamente el carácter religioso de los ataques sirve como justificación para una crueldad despiadada". "Aquí, la religión no está al servicio de la paz, sino de la justificación de la violencia" ha afirmado.

Por otro lado, Benedicto XVI ha subrayado que también el "no a Dios ha producido una crueldad y una violencia sin medida que ha sido posible sólo porque el hombre ya no reconocía norma alguna ni juez alguna por encima de sí, sino que tomaba como norma solamente a sí mismo". "Los horrores de los campos de concentración muestran con toda claridad las consecuencias de la ausencia de Dios" ha afirmado.

Asimismo, el Pontífice ha recordado que "la decadencia del hombre" ha provocado "un cambio del clima espiritual" y revela "una anti religión, en la cual ya no cuenta el hombre, sino únicamente el beneficio personal".

Según ha explicado el Papa, el deseo de felicidad "degenera" muchas veces "en un afán desenfrenado e inhumano" que lleva a situaciones "como la droga" que convierte a la violencia "en algo normal" y amenaza "con destruir la juventud en algunas partes del mundo". "Puesto que la violencia llega a hacerse normal, se destruye la paz y, en esta falta de paz, el hombre se destruye a sí mismo" ha afirmado.

Por otra parte, el Papa ha recordado que ha convocado por primera vez a un grupo representativo de 'ateos' a este encuentro de Asís porque "buscan la verdad, buscan al verdadero Dios, cuya imagen en las religiones, por el modo en que muchas veces se practican, queda frecuentemente oculta".

En este sentido, el Pontífice ha subrayado que los agnósticos "sufren a causa de la ausencia de Dios y buscando lo auténtico y lo bueno, están interiormente en camino hacia El" y "despojan a los ateos combativos de su falsa certeza, con la cual pretenden saber que no hay un Dios, y los invitan a que, en vez de polémicos, se conviertan en personas en búsqueda".

Además, Benedicto XVI ha destacado que el hecho de que los ateos "no logren encontrar a Dios, depende también de los creyentes, con su imagen reducida o deformada de Dios" y ha subrayado que los creyentes no deben considerar a Dios "como una propiedad que les pertenece a ellos hasta el punto de sentirse autorizados a la violencia respecto
a los demás".

Por su parte, el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I ha subrayado que la 'primavera árabe' no ha puesto fin "a las tensiones intercomunitarias" y ha señalado que todavía "se teme por la creciente marginación de las comunidades cristianas del Medio Oriente" por lo que ha destacado que cada creyente "debe oponerse a la deformación del mensaje de las religiones y de sus símbolos por parte de los autores de la violencia".

Según ha explicado Bartolomeo I, los responsables de las religiones deben "hacerse cargo del restablecimiento de la paz" y ser "mediadores de la paz" para "luchar contra a instrumentalización belicista de la religión".

Asimismo, el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia Anglicana, monseñor Rowan Douglas Williams, ha subrayado que los líderes religiosos no están en Asis "para afirmar un mínimo común denominador" sino "para alzar la voz" en contra "de la locura de un mundo todavía obsesionado por el miedo y la sospecha, todavía enamorado de la idea de una seguridad basada en la hostilidad defensiva" y capaz "de tolerar o ignorar las enormes pérdidas de vidas entre los más pobres a causa de guerras y enfermedades".

En este sentido, Rowan Williams ha subrayado que todos los hombres religiosos están convencidos de que "los hombres no son extraños los unos con los otros" porque "todo lo que interesa en la vida de cualquier persona o comunidad, afecta a la vida de todos".

Durante el encuentro en la Basílica también han participado el rabino de Israel, David Rosen y la profesora de Filosofía y escritora búlgara, Julia Kristeva en representación de los 'agnósticos', así como el líder de la religión hindu, Acharya Shri Shrivatsa Goswami.

La Razón

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