Thursday, March 07, 2013

“No basta que sea bueno”: Las preguntas más terrenales que se hace un cardenal para votar al Papa ideal



  • Una vez terminadas las reuniones previas, los cardenales tienen que responderse a una pregunta tan suprema como simple: ¿quién es el mejor?
  • Estas son las siete preguntas esenciales (y muy terrenales) que definirán al nuevo Papa, explicadas por dos expertos teólogos.

1. ¿Es una persona independiente?

El Papa debe tener una visión global de la Iglesia. Aunque
pertenezca a una orden religiosa, institución o sensibilidad
eclesial, debe saber rodearse de personas competentes,
sin privilegiar sus adhesiones a determinadas sensibilidades
y carismas. Como explica Andrés Martínez, experto en
Historia de la Iglesia de la Facultad de Teología San Dámaso,
 “desde el momento en que un sacerdote es ordenado obispo,
 sabe que su jefe principal es Papa, por encima de cualquier
otro superior”.

2. ¿Puede defenderse en varios idiomas?

En el mundo se hablan cientos de lenguas, pero sólo cuatro
 o cinco son mayoritarias. Entre ellas destacan sobre todo
tres en la Iglesia Católica: inglés, idioma internacional;
español, el más hablado por los católicos; e italiano,
habitual en la Curia. Dominar estas lenguas resulta
fundamental. Además, debe defenderse en otros idiomas
influyentes como francés, alemán, portugués, etc. El Papa
 es el único líder del mundo que se atreve a leer leer textos
en multitud de idiomas ante los propios nativos de esos
 idiomas.

3. ¿Ha sido en su vida pasada una persona virtuosa? 

¿Puede hacer honor a al tratamiento de 

“Santo Padre”?

“La virtud en los cardenales es como el valor en la mili:
se le supone”, explica Martínez. Eso es cierto, pero no
menos que la vida de todos los hombres tiene puntos
oscuros cuya exposición pública puede dañar a la Iglesia.
Desde el momento en que salga elegido, la figura del Papa
 será escrutada al milímetro por los medios de comunicación.
Con razón o sin ella, se buscarán fisuras de su vida pasada
que sirvan para desacreditar su figura. A Ratzinger se le
 acusó de pertenecer a las juventudes hitlerianas (aunque
realmente fue obligado a enrolarse). De ahí que los
cardenales insistan en sus declaraciones que la Iglesia
necesita un hombre de gran altura espiritual.

4. ¿Tiene experiencia pastoral y dotes de gobierno?

“Con un Papa que sea sólo buena persona a la Iglesia le
 puede ir muy mal”, advierte el profesor de Teología César
 Izquierdo, de la Universidad de Navarra; “además, se
necesita que el Papa posea don de mando, porque es un
gobernante que toma decisiones muy importantes”:
iniciativas, nombramientos, proyectos, organización... para
 todo eso necesita condiciones de liderazgo. La dirección
de una institución como la Iglesia está llena de
connotaciones particulares, pues se supone presidida
por el amor al prójimo. Se necesita mucha mano izquierda
y una sabiduría especial. En este sentido, haber dirigido
con éxito la diócesis encomendada es un punto a favor.
 César Izquierdo explica que “está claro que la Curia no
es igual que una diócesis, pero también existe un
magisterio de los actos, no sólo de las palabras”.

5. ¿Es un buen teólogo?

El Papa tiene la decisión suprema en cuestiones doctrinales.
 Es absolutamente necesario que acredite una profunda
formación teológica. ¿Importa su prestigio como teólogo
y sus obras publicadas? “No es cuestión de prestigio,
sino de formación. Un cardenal que ha ejercido largo
tiempo como obispo no habrá tenido tanto tiempo
 para la investigación como otro que haya sido profesor
 universitario”, matiza el profesor Izquierdo. No es que
se le exija volumen en su producción teológica, sino
competencia intelectual para tratar y escribir de estas
 cuestiones.

6. ¿Goza de buena salud? ¿Cabe esperar un 

pontificado largo?

Esto es algo más importante de lo que parece, porque
 los cardenales tratarán de evitar que se repita lo que
ocurrió con Benedicto XVI: Joseph Ratzinger no tenía
mala salud, pero sí edad avanzada, lo que le ha llevado
 a la necesidad de renunciar. Este hecho elimina de las
 listas a buena parte de los purpurados, que o bien están
 enfermos o tienen más de 70 años. “Parece razonable
esperar que busquen entre los 45 cardenales que tienen
 de 70 años para abajo”. Según anda la esperanza de vida
, elegir a un Papa de 65 años permite albergar la expectativa
de que el pontificado se alargue al menos por 15 años.
“Menos de ese tiempo puede quedar corto”, en opinión
 del profesor Izquierdo.

7. ¿A qué nacionalidad pertenece?

La Iglesia es católica y, por tanto, abierta a cualquier
 nacionalidad y raza. Pero no menos cierto es que parece
natural que se abran paso en la jerarquía los territorios
de la Iglesia que reflejan mayor vitalidad. De ahí que la
opción latinoamericana siempre se encuentre entre las
 quinielas, porque Iberoamérica acoge al mayor número
 de católicos. Dicho lo cual, tampoco se puede descarta
r a un papa europeo. Ningún cardenal francés, por poner
 un ejemplo cercano, ha ocupado la sede de Pedro desde
 el siglo XIV.

Juan Bosco Martín
La Información

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