Monday, April 29, 2013

Evangelizar no es dar baculazos por Pedro Miguel Lamet S.J.



Es pronto para conocer la estrategia pastoral del papa Francisco. Pero ya se apuntan algunos detalles. La inteligencia que se puso de manifiesto desde su elección, con esa suma explosiva de términos como “jesuita” y “Francisco”, ha vuelto aparecer en dos decisiones simultáneas: el anuncio para octubre de la canonización del beato Juan Pablo II,tras la aprobación de otro milagro, y el desbloqueo del proceso de monseñor Oscar Arnulfo Romero, el mártir salvadoreño, “voz de los sin voz”, al que precisamente el papa Wojtyla  hizo un enorme vacío poco antes de que fuera asesinado. También ha dedicado palabras de elogio al concilio Vaticano II, lo que puede ser todo un símbolo.
                En  el día de su onomástica, San Jorge, dijo a la curia  que es “absurdo pretender vivir con Jesús, pero sin la Iglesia, amar a Jesús sin la Iglesia y que no se puede creer en Jesús sin la Iglesia”  Añadió que la identidad cristiana “no es un documento de identidad”, sino que la identidad es “pertenecer a la Iglesia”. “La Iglesia siempre camina entre la Cruz y la Resurrección, entre las persecuciones y el consuelo del Señor. Ese es el camino y el que camina por él nunca se equivoca”. El papa Bergoglio exhortó a los fieles a caminar todos juntos, “llevando el nombre de Jesús en el seno de la Santa Madre Iglesia, jerárquica y católica, como decía san Ignacio de Loyola”. Allí estaban los curiales que más han sonado en el cónclave y los vatileaks : el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone y el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano. 

En otra homilía  pronunciada en una de las misas  que celebra para el personal  vaticano denunciaba que en la comunidad cristiana hay muchos “trepas”, gentes que no tienen fe, “ladrones y bandidos que usan la religión como un negocio”, e insistió  que para entrar en el Reino de Dios “la única puerta es Jesús”. ¿En quién estaría pensado?

Pero quizás el texto más esperanzador del papa Francisco es la carta sencilla y directa dirigida al episcopado argentino. Sólo este párrafo es todo un programa: “Una Iglesia que no sale, a la corta o a la larga, se enferma en la atmósfera viciada de su encierro. Es verdad también que a una Iglesia que sale le puede pasar lo que a cualquier persona que sale a la calle: tener un accidente. Ante esta alternativa, les quiero decir francamente que prefiero mil veces una Iglesia accidentada que una Iglesia enferma. La enfermedad típica de la Iglesia encerrada es la autorreferencial; mirarse a sí misma, estar encorvada sobre sí misma como aquella mujer del Evangelio. Es una especie de narcisismo que nos conduce a la mundanidad espiritual y al clericalismo sofisticado, y luego nos impide experimentar la dulce y confortadora alegría de evangelizar”. Francisco sigue sorprendiendo con llamadas  directas de teléfonos o recibiendo a las abuelas de mayo. Amable, pero no ingénuo. Pedíamos antes del cónclave una Iglesia que deje de parapetarse a la defensiva en los castillos de invierno y vuelva a la plaza de pueblo. Se ve que se las sabe todas. No es solo sencillo, sino astuto. Hay algo más que talante o actitud, hay un cambio de cheap, que parte de que estamos contentos de seguir a Jesús y que evangelizar no es dar baculazos, ni siquiera hisopazos sino vivir de forma alegre nuestra fe, como testimonio y proclama.


Pedro Miguel Lamet S.J.
El alegre cansancio21

No comments: