Sunday, April 07, 2013

JESUITAS: El Superior de los Jesuitas en Murcia afirma que la Iglesia de los pobres implica estar "junto al más necesitado"


El Padre José Luis Cano Soriano nota más afluencia a la Iglesia de Santo Domingo desde la elección del nuevo Papa


El Superior de la Compañía de Jesús en Murcia, el Padre José Luis Cano Soriano, ha afirmado que la elección del nuevo Papa Francisco, "supone una misión más que Dios ha encargado a los Jesuitas", y ha alabado su apuesta por una Iglesia de los pobres que, a su juicio, no supone irse a vivir debajo de un puente y decir: "coged lo que queráis", sino estar junto al que más sufre y los más necesitados.
El Padre José Luis Cano Soriano es Superior de la residencia que la Compañía de Jesús tiene en Murcia, y que está radicada en la iglesia de Santo Domingo de la capital. El centro cuenta con nueve jesuitas que atienden la iglesia, donde celebran la Eucaristía, atienden confesiones y prestan atención espiritual.
Además, los jesuitas de esta Comunidad atienden el Centro de Pastoral Loyola, donde hay comunidades cristianas de niños y adolescentes, así como de jóvenes y profesionales, de matrimonios, viudas y mujeres separadas.
Además, el Centro imparte conferencias de San Vicente de Paúl, y cuenta con la Obra Eucarística María de los Sagrarios, con grupos de oración, y tiene un Grupo Scout Católico y catecumenado de confirmación. Además, el Aula de Teología está explicando el Credo "en este Año de la Fe", añade Cano.
Desde el nombramiento del Papa Francisco, Cano ha notado que la iglesia de Santo Domingo de Murcia, que ya de por sí tiene siempre mucha afluencia de feligreses, cuenta con una mayor participación de creyentes, sobre todo, de gente que acude en un "reencuentro con la Iglesia" atraída por algunos gestos protagonizados por el nuevo Sumo Pontífice.
En declaraciones a Europa Press, Cano ha explicado que la iglesia de Santo Domingo siempre ha contado con la asistencia de muchos fieles, y en Murcia se valora muy positivamente la atención religiosa en las eucaristías, confesiones y dirección espiritual.
El Superior admite que en la iglesia de Santo Domingo quedan ya "pocos jesuitas", y la situación no es la de antes, pero dedican "varias horas diarias" a atender sus obligaciones, entre las que se encuentra no sólo la homilía, sino también labores de "confesiones, dirección espiritual, acogida y escucha".
La iglesia de los pobres
Para Cano, la Iglesia de los pobres de la que tanto se habla desde la elección del nuevo Papa supone "un enfoque nuevo y, quizá, una nueva forma de hacer las cosas". Y es que, en su opinión, "no actúa de la misma manera quien teniendo mucha sensibilidad por este mundo, no ha vivido realmente el hambre o la injusticia social, en sociedades donde los muy ricos, minoría, conviven con muy pobres".
En este sentido, remarca que el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio ha vivido "una desigualdad muy fuerte", que ha denunciado "desde la verdad", y urgiendo a los que tienen fe que, "por encima de la caridad, está la justicia".
El Superior de los Jesuitas de Murcia señala por ello que el Papa no está empleando un estilo que haya inventado, sino que sigue haciendo lo mismo que hacía en Buenos Aires. De hecho, recuerda de forma anecdótica que el propio Francisco, antes de ser elegido Papa, creía que el Sumo Pontífice "tenía que ser un pastor que oliese a oveja, es decir, que estuviese muy metido en el pueblo".
Más afluencia de fieles en santo domingo
El Superior de los Jesuitas de Murcia explica que él no conoce personalmente al nuevo Papa, aunque tenía referencias suyas porque ejerció de provincial en Argentina "siendo relativamente joven", todo ello en tiempos "posconciliares y coincidiendo con la teología de la liberación, cuando hubo una división entre unos y otros grupos eclesiales".
Cano valora toda la experiencia adquirida por el Sumo Pontífice en esa etapa en Argentina, que se convierte "en un máster magnífico para reaccionar posteriormente en la vida". Y es que "cada uno tiene su inspiración de Dios, y cada uno sigue su camino, porque la Iglesia es única pero somos personas distintas", añade Cano.
El Superior de los Jesuitas de Murcia recuerda que Jesús se acercó más directamente a los débiles, y no a los prepotentes ni a los que tienen dinero y bienes, por lo que considera que la Iglesia "tiene que seguir a Cristo por este camino".
De todas formas, puntualiza que el pobre no es solamente el que tiene carencias materiales. "Tan necesitado está de ayuda el que no come como el que se encuentra con una situación espiritual o psíquica complicada, y requiere también la acogida, la ayuda y la escucha", puntualiza.
Por ello, Cano apuesta por tener "la cercanía correspondiente" allá donde haya un sufrimiento. "Todos somos hermanos", aclara, pero cree que hay que tener una "predilección especial" por los más necesitados. El prójimo "es el que está ahí, y que encontramos lesionado y maltrecho a la orilla del camino".
Cano explica que, en este momento, la crisis "no es económica, sino de valores", por lo que hay que afrontar y dar a conocer a los gobernantes, instituciones, políticos y sindicalistas "que hay desigualdades, injusticia y un mundo que se hace más rico por un lado y más pobre por otro".
El objetivo, añade, es "lograr un mundo más humano", teniendo en cuenta que "el prestigio para el Reino de Dios es el servicio, no el poder".
No obstante, el Superior de los Jesuitas de Murcia admite que lo más visible de la Iglesia es el Vaticano. Y es que la Iglesia es "profundamente espiritual y religiosa, pero está encarnada en un cuerpo, que tiene también que visibilizarse", añade.
En este sentido, valora la obra de "entrega maravillosa" que hace la Iglesia, no sólo en lo que respecta a la entrega de limosna o caridad, sino la entrega real de quien está dando la vida en África o siguiendo a los refugiados", aunque esto "es menos noticiable".
Carta del padre general de los jesuitas
El Superior ha explicado que ha recibido recientemente una carta del Padre General de los Jesuitas, Adolfo Nicolás Pachón, en la que explicaba que se ha puesto a disposición del Papa, como ha sucedido con todos los demás Sumos Pontífices. En este encuentro, el Papa se mostró muy cariñoso con el Padre Nicolás, apeándose del tratamiento de "Su Santidad" subrayando la condición de "hermanos".
Frente a esto, el Padre Cano recuerda que, cuando la Compañía de Jesús fue fundada por San Ignacio de Loyola en 1540, el ser Papa u Obispo era "una cuestión de privilegios no sólo económicos". Ahora, remarca, han cambiado las circunstancias, pero sigue habiendo "una especie de deseos u orgullo".
A modo de anécdota, el Superior de los Jesuitas en Murcia recuerda que hace ya algunos años ya predijo que el Papa Benedicto XVI presentaría su renuncia.
Cano tenía este presentimiento porque la elección del Padre General de la Compañía de Jesús, que en ocasiones es llamado el 'Papa Negro', es también vitalicia al igual que sucede con el Sumo Pontífice, y es la única congregación que reúne este requisito.
Añade que el que fue Padre General de los Jesuitas, Peter Hans Kolvenbach, pidió al Papa Juan Pablo II su cese, pero no fue aceptado, por lo que tuvo que continuar. Sin embargo, Benedicto XVI le concedió la renuncia al poco tiempo de comenzar su pontificado. Cano interpretó este gesto como una premonición de que Benedicto XVI iba a presentar también su renuncia "llegado el momento".
EP

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