Wednesday, April 17, 2013

"La Iglesia no puede hacer de 'baby-sitter' de los cristianos"



Francisco alerta contra una institución "adormecida" sin el "coraje de anunciar"


El Papa reclama la responsabilidad de 

todos los bautizados ante los 

empleados del IOR


La Iglesia no puede hacer de "baby-sitter" de los cristianos, debe ser "madre" y por eso los laicos deben redescubrir su responsabilidad de bautizados. Así lo afirmó Francisco este miércoles durante la misa que presidió en Santa Marta, dirigida a un grupo de empleados del Instituto de Obras de la Religión, el Banco Vaticano.
Según apunta Radio Vaticana, el Papa subrayó que "los primeros cristianos tenían solamente la fuerza del bautismo" que "les daba ese coraje apostólico, la fuerza del Espíritu" incluso en las persecuciones.Los primeros cristianos "dejaron su casa, llevaron consigo pocas cosas; no tenían seguridad, pero fueron de lugar en lugar anunciando la Palabra. Son simples fieles, apenas bautizados desde hace un año o poco más, tal vez. Pero tenían ese coraje de ir a anunciar".
"Yo pienso en nosotros, bautizados; si nosotros tenemos esta fuerza, y pienso: pero nosotros ¿creemos en esto, que el bautismo basta, que es suficiente para evangelizar?". A menudo "la gracia del bautismo está un poco encerrada y nosotros estamos encerrados en nuestros pensamientos, en nuestras cosas. O a veces pensamos: ''''No, somos cristianos, recibí el bautismo, hice la confirmación, la primera comunión, llevo la cédula de identidad. Y entonces duermes tranquilo: eres cristiano."
"¿Pero dónde está -se preguntó el Papa- esta fuerza del Espíritu que te lleva hacia adelante?". Si anunciamos en cambio "la Iglesia se convierte en una Iglesia madre que genera hijos, para que nosotros, hijos de la Iglesia, llevemos eso. Pero cuando no lo hacemos, la Iglesia se convierte no en madre, sino en Iglesia baby-sitter, que cuida al niño para hacerlo dormirEs una Iglesia adormecida. Pensemos en nuestro bautismo, en la responsabilidad de nuestro bautismo".
Francisco recordó también las persecuciones en Japón en el siglo XVII, cuando los misioneros católicos fueron expulsados y las comunidades cristianas quedaron 200 años sin sacerdotes. A su regreso, los misioneros hallaron "todas las comunidades en su lugar, todos bautizados, todos catequizados, todos casados en la Iglesia", gracias a la obra de los bautizados.
"Hay una gran responsabilidad para nosotros, los bautizados: anunciar a Cristo, llevar adelante la Iglesia, esta maternidad fecunda de la Iglesia. Ser cristiano no es hacer una carrera en un estudio para convertirse en abogado o médico cristiano, no. Ser cristiano es un regalo que nos hace avanzar con la fuerza del Espíritu en el anuncio de Jesucristo", dijo.
(RD/Agencias)

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