Tuesday, June 25, 2013

El líder qom le pidió al Papa que interceda para que la Presidenta lo reciba


Félix Díaz y Francisco mantuvieron un encuentro en el Vaticano, del que también participó Pérez Esquivel

ROMA.- De la mano del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el líder de la comunidad qom, Félix Díaz, llevó ayer al Vaticano el reclamo indígena. Y le pidió al Papa que interceda ante la Presidenta "para tener un diálogo fructuoso, para salir de una situación desagradable para nosotros y para que respeten nuestros derechos".
"Hace más de tres años que pedimos entrevistas a la Presidenta, pero nunca nos ha escuchado. Ojalá que al volver a la Argentina tengamos las puertas abiertas, el diálogo es la única salida al conflicto. Nosotros no somos guerreros, no somos asesinos, no somos salvajes, somos seres humanos que pertenecemos a nuestra tierra y no queremos que nos la roben", dijo Díaz en un encuentro con la prensa.
Con su tradicional vestimenta y colorida vincha en el pelo, Díaz fue recibido en el Vaticano por el Papa junto a su mujer, Amanda Asijak; el padre Francisco Nazar, y Pérez Esquivel. El encuentro, muy cálido, duró 45 minutos.
"El Papa habló poco, Félix habló mucho y fue muy escuchado y le llevó al Santo Padre el reclamo no sólo de los qom, sino también de los demás pueblos originarios de la Argentina y de América latina, y penetró el corazón de Francisco, pude verlo en su rostro", contó el padre Nazar.
Este sacerdote, que vive desde hace 40 años en Formosa ayudando a los indígenas, puntualizó que el Papa no va a intervenir en el conflicto "porque no corresponde". Pero, al igual que Pérez Esquivel, auguró que la visita al Papa pueda servir para dar comienzo al diálogo y destrabar una situación imposible, que podría agravarse aún más.
"El papa Francisco dijo que es una lástima, porque el diálogo no es como una lotería que sirve para ganar, sino que es para entenderse, comprenderse, escucharse", subrayó el padre Nazar.

"ESPERAMOS QUE ESCUCHE"

"El Papa mostró su preocupación y dijo que la reunión tiene que servir para que el gobierno argentino se ponga a dialogar con todos los pueblos originarios, porque no sólo los qom tienen problemas", dijo el premio Nobel de la Paz y presidente del Serpaj (Servicio Paz y Justicia). "Esperamos que la Presidenta escuche y empiece a abrir las puertas para dialogar", agregó.
Díaz subrayó que el papa Francisco "sabe lo que está pasando en la Argentina" y recordó que antes de su entronización en Roma fue recibido tres veces por el entonces cardenal primado de Buenos Aires cuando lideró un acampe que se extendió por cinco meses en la avenida 9 de Julio y la Avenida de Mayo, sin obtener ninguna respuesta de parte del gobierno nacional.
"Tratamos de llegar a la Presidenta, pedimos entrevistas, mandamos decenas de notas, pero dicen que somos opositores de la democracia, nos miran como enemigos del Estado. ¿Cómo puede ser que un gobernante nos mire como enemigos, si apenas somos sobrevivientes?", se preguntó el líder qom luego de reconstruir un diálogo que nunca comenzó.
Además de explicar la dimensión histórica del drama de su pueblo, al que describió como un pueblo engañado y despojado de sus tierras, sin acceso al agua ni a la salud, el líder qom también denunció ayer al gobernador de la provincia de Formosa, Gildo Insfrán, aliado del Gobierno.
"Hemos sido reprimidos, nos expulsaron de nuestras tierras, mataron a hermanos nuestros, muchos envenenados por las fumigaciones de los campos de soja, quemaron nuestras casas, nuestros documentos, tuvimos que huir de Formosa, estuvimos cinco meses acampando en la 9 de Julio y tampoco tuvimos respuesta", acusó.
Visiblemente emocionada, su mujer, Amanda, con palabras simples, explicó el terror que sufre a diario como madre y mujer que lucha por sus derechos y contra la discriminación desde 2008. "Para mí, es un sueño estar acá en Roma", confesó.
¿Por qué no hay diálogo entre el Gobierno y los pueblos indígenas? "Porque no hay voluntad política", aseguró Pérez Esquivel, quien destacó la "negativa sistemática" a recibir al líder qom de parte de la Casa Rosada.
"El gobierno argentino habla mucho de los derechos humanos y es cierto que ha hecho cosas interesantes con respecto al período de la dictadura, del 76 al 83, pero ahí cerró. Porque si hablamos de los pueblos originarios tenemos que hablar de pueblos que son víctimas de la megaminería y de la represión", denunció el presidente del Serpaj.
"El problema -añadió Pérez Esquivel- es que el Gobierno privilegia el capital financiero sobre la vida de los pueblos."
La Nación

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