Thursday, October 16, 2014

El relator del Sínodo: ahora hay que aclarar y se requiere una amplia mayoría para las conclusiones



Erdö: hay diferentes puntos de vista y un tono repestuoso. Sistach: clima de comunión, fraternidad y pastoralidad. Kurtz: un documento de trabajo hermoso. Fisichella: elementos positivos en las parejas de hecho si se abren al matrimonio

IACOPO SCARAMUZZICIUDAD DEL VATICANO
En el Sínodo extraordinario sobre la familia (del 5 al 19 de octubre) hay «puntos de vista diferentes», pero también un «tono respetuoso»; la relación final, después de haber aclarado ulteriormente los puntos de la “relatio post disceptationem”, deberá ser aprobada por la mayoría de los padres sinodales. Lo explicó el relator general del Sínodo, el cardenal húngaro Peter Erdö, quien volvió a indicar la franqueza del debate sobre los temas que se afrontan en el documento intermedio que él mismo presentó el lunes pasado, desde las parejas de hecho hasta los divorciados que se han vuelto a casar, pasando por las personas homosexuales.


«Hay puntos de vista diferentes», afirmó Erdö a los micrófonos de la Radio Vaticana. «¿Por qué no? Puede haberlos. Incluso porque sin ellos no habría diálogo. Pero yo no veo huella de facciones, en el sentido de partidos políticos que combaten por el poder». Según el arzobispo de Budapest, «el Santo Padre está perfectamente al corriente de todas las intervenciones y de todo lo que sucede durante el Sínodo… De todo lo que sucede, no lo sé, pero de todas las intervenciones, sí: ha escuchado todo y ha visto todo, incluso el tono de las discusiones, que siempre ha sido un tono respetuoso». El cardenal aclaró que la relación presentada el lunes pasado «representa una fase intermedia del trabajo sinodal» y que «no es fturo del Sínodo completo. Esperamos, después de las discusiones de esta semana, llegar a una relación final que pueda ser aceptada por la gran mayoría». «Creo –subrayó– que durante esta semana se puede llegar también a una mayor claridad, que no deje ningún equívoco en ninguno de los capítulos. Y esto porque los fieles necesitan una voz clara, una animación, una enseñanza: una voz clara de orientación para poder hablar al respecto después en sus diócesis, en las iglesias particulares. Entonces, esperemos que el texto final sea un texto claro y satisfaciente para todos».


Este fue más o menos el espíritu de la rueda de prensa cotidiana de hoy en la sala de prensa vaticana, en la que participaron dos moderadores de los “circuli minores”: mons. Joseph Kurtz, presidente de la Conferencia de los Obispos católicos de los Estados Unidos, el cardenal Lluis Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona, y un relator, mons. Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. Muchos círculos han llegado casi al final, dijo Lombardi. Mañana serán publicadas las síntesis de los diferentes grupos.


El vocero vaticano, el padre Federico Lombardi, subrayó además que los encuentros de los “circuli minores” representan una «etapa más interactiva» de grupso lingüísticos reducidos que «producen una reacción más concreta» con respecto a la “relatio post disceptationem” en vista de la “relatio synodi” que será sometida a la votación de los padres sinodales el próximo sábado, para su posterior publicación.


«Hay un clima de comunión, de fraternidad y de pastoralidad», indicó Sistach, subrayando que en su grupo «todos los esquemas fueron aprobados unánimemente» después de un debate en el que hubo absoluta libertad. La relación intermedia, que según el arzobispo catalán es «bastante objetiva», para Kurtz es, en cambio, «un hermoso documento de trabajo», que será corregido en estos días. En el círculo moderado por el arzobispo de Louisville, en particular, surgieron tres indicaciones: insistir más en el valor positivo de las familias cristianas, subrayar la sintonía de la pastoral familiar con las Sagradas Escrituras y la enseñanza de la Iglesia y subrayar también la misionariedad de la Iglesia, puesto que «no debemos esperar que las personas vengan hacia nosotros, sino que debemos ir nosotros hacia la gente».


A los periodistas que pidieron alguna opinión sobre la acusación, que hicieron algunos padres sinodales, de que los medios de comunicación malinterpretaron el sentido del documento presentado el lunes pasado, Kurtz respondió: «no he oído mucho lo que dicen los medios de comunicación; mi responsabilidad de concentra no en lo que pensará la gente, sino en lo que es bueno para la Iglesia».


En cuanto al tema específico de la anticoncepción y de la encíclica de Pablo VI “Humanae Vitae”, Sistach subrayó que están en juego «la dignidad de la persona y el valor de la consciencia: la consciencia es muy importante y, desgraciadamente, hoy en día no se forma bien o no se escucha debido al ruido de la calle». Mons. Fisichella, por su parte, indicó que «existe casi un boicot contra el conocimiento y la formación de los métodos naturales».

Mons. Fisichella contó que en su grupo surgió la propuesta de que los procesos de nulidad matrimonial sean gratuitos. El cardenal Sistach intervino también para decir que en Barcelona ya existen jueces eclesiásticos que ofrecen asesoría (gratuitamente, según las posibilidades económicas de las parejas) a cónyuges divorciados para evaluar si existen elementos para aceptar la nulidad, pero explicó que su círculo decidió no afrontar la cuestión, puesto que existe una comisión pontificia que está trabajando al respecto. En cuanto a los valores no negociables, Fisichella citó la «Nota sobre el compromiso de los católicos en la vida política», escrita por el entonces cardenal Joseph Ratzinger. En las parejas de hecho hay elementos positivos, indicó, si estas parejas se abren al matrimonio.

Vatican Insider

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