Monday, October 13, 2014

Resumen del día: Entrevista a José Aldunate SJ. Comunicado del Arzobispado de Santiago. Otras opiniones

Aldunate, sobre Ezzati: "Se le pasó un poco la mano"


Los obispos chilenos ven "comprensible" la inquietud de los fieles


El Episcopado, ante la denuncia contra Puga, Berríos y Aldunate


El sacerdote José Aldunate, uno de los aludidos por la decisión del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, de hacer llegar al Vaticano su preocupación por las opiniones de un grupo de curas, se refirió este lunes a la polémica calificando el gesto como "una diferencia de opiniones que al cardenal le pareció bien llevar a Roma".
Así y todo, señaló en entrevista con CNN Chile, que a su juicio, al arzobispo "se le pasó un poco la mano, podría haber dialogado con nosotros o conmigo sobre los temas".
En ese sentido, Aldunate dijo haber buscado alguna instancia para conversar con Ezzati, sin resultados fructíferos.
Sin embargo, agregó, los otros sacerdotes afectados por la iniciativa del arzobispo -Felipe Berríos y Mariano Puga- sí han tenido la posibilidad de reunirse con la autoridad. "Yo soy el único que he quedado un poco marginado. He sido el tercero un poco más oscuro que ellos, ellos han estado más en la noticia, yo he estado más marginado, tal vez por ser más viejo", señaló.
En tanto, Aldunate se refirió a un reciente proceso de apertura que ha estado viviendo la Iglesia Católica a nivel global, con el Papa Francisco a la cabeza de estos cambios.
A su juicio, la Iglesia está "en una etapa de mucha apertura porque se está haciendo un diálogo en Roma sobre un tema que preocupa al Papa actual, el tema es sexo, matrimonio y familia. Sobre estos temas hay divergencias. La Iglesia ha querido entablar una encuesta para ver qué opiniones hay sobre esto".
En ese sentido, consultado sobre la actitud de la Iglesia católica en este proceso, dijo que a su juicio sí ha habido una apertura, "porque la Iglesia chilena ha mandado a Roma las opiniones que ha podido recoger en Chile sobre esos temas".
Ante la denuncia que presentara el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati en el Vaticano, con respecto a declaraciones de los sacerdotes Felipe Berríos, Mariano Puga y José Aldunate, hoy la Conferencia Episcopal emitió una declaración pública respecto al hecho.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, diácono Jaime Coiro, indicó que "desconozco pormenores del procedimiento, que corresponde a la competencia del Arzobispo, no de la Conferencia Episcopal".
"Es un asunto de especial complejidad, porque para muchas personas algunos de los sacerdotes mencionados han sido y son un testimonio vivo de fidelidad a Jesucristo y de una Iglesia misionera y comprometida con los que sufren. Por eso parece comprensible la inquietud que esta noticia causa en personas y comunidades", sentenció.
De acuerdo a los antecedentes publicados ayer por La Tercera, a principios de septiembre, Ezzati tuvo una reunión con los representantes de la Vicaría Zona Norte para analizar la trayectoria de la iglesia, oportunidad en la que sacó a luz un debate en algunas autoridades religiosas: la preocupación que existiría en la cúpula de la iglesia chilena frente a algunas posiciones adoptadas -y difundidas a través de los medios- por los tres sacerdotes.
RD

José Aldunate: "A Ezzati se le pasó un poco la mano. Podría haber dialogado antes con nosotros"



Comunicado del Arzobispado de Santiago

El Departamento de Comunicaciones del Arzobispado de Santiago ha emitido el siguiente comunicado de prensa.

COMUNICADO DE PRENSA

Ante la controversia surgida a partir de una nota de prensa aparecida ayer en relación con los sacerdotes Mariano Puga, José Aldunate y Felipe Berríos, el Arzobispado de Santiago quiere dar a conocer a la opinión pública lo siguiente:

El Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati, no ha efectuado ni acusación ni denuncia alguna a la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, en contra de los sacerdotes mencionados. Lo que el Arzobispo sí ha hecho en este sentido, es responder a una solicitud de la Nunciatura Apostólica en Chile, de enviar las distintas declaraciones que han hecho estos tres sacerdotes y que han aparecido en diversos medios de comunicación. 

Reiteramos que el Arzobispo desmiente terminantemente que haya enviado a la Santa Sede o a la Nunciatura, acusaciones o denuncias en contra de alguno de los sacerdotes mencionados. Al mismo tiempo, el Cardenal lamenta que se haya generado un clima de división por esta desinformación.

Finalmente, cabe señalar que el Cardenal Ezzati se encuentra en Roma participando desde el 05 de octubre pasado en la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos, convocados por el Papa Francisco para tal efecto.

Departamento de Comunicaciones
Arzobispado de Santiago


Sofía Wulf se refirió a la denuncia del cardenal Ezzati



"No hay certeza de que el religioso fuera el que elevara la acusación" replicó Wulf.



La ceguera de Ezzati por Alberto Larraín


Si Cristo estuviera vivo y viviera en Chile, no hay duda que en estos momentos el Cardenal Ricardo Ezzati estaría enviando sus antecedentes al Vaticano, por considerarlo revolucionario y atentar contra lo establecido por el Templo.
Tal vez usted considere que esto es una exageración, pero es exactamente lo que ha sucedido como varios medios de prensa han señalado. El Cardenal ha enviado los antecedentes al Vaticano de los sacerdotes Felipe Berríos, Mariano Puga y José Aldunate, molesto por las declaraciones que en el último tiempo los tres religiosos han realizado buscando lograr alinearlos mediante la represión externa.
José Aldunate no sólo fue, desde el Movimiento contra la tortura Sebastián Acevedo, un incansable luchador por los Derechos Humanos, sino que sigue siéndolo, y eso es lo que lo ha llevado a afirmar hace poco que “el homosexual tiene derecho a amar y compartir su vida con otra persona”, manifestándose abiertamente a favor del matrimonio homosexual y aseverar que “la iglesia es anticuada” en este punto a sus 97 años.
Mariano Puga, el cura obrero de la Legua, que todos probablemente recordamos con los brazos en alto, tratando de detener las balas de dicha población, y pregonando el Amor incansablemente, ha sido enfático en estos días “La iglesia, en vez de ser la que destruía el concepto de clases, lo fortaleció: colegio para los pobres, otros para los indígenas, otros para la clase alta”,  lo que se condice con las múltiples intervenciones que el Cardenal de la Arquidiócesis de Santiago ha hecho en contra de la reforma educacional, diciendo que “tiene el riesgo de uniformarlo todo”, sin poner en ninguna de sus intervenciones el tema central de la discusión:  la equidad.
Felipe Berrios, en tanto antes de su partida a África como después de su regreso, ha sido claro en cuestionar el clasismo chileno, las diferencias de la cota mil, y la necesidad de transformaciones profundas.
Ezzati no sólo ha llevado mal procesos como el de Karadima, donde ha sido incapaz de pedir a nombre de la Iglesia el perdón necesario, sino que es incapaz de ver los signos de los tiempos, siendo ciego al hecho de que una parte muy grande del Pueblo de Dios, no sólo se siente representado por estos sacerdotes, sino que ellos son el reflejo vivo del Dios que se encarna, que sufre y se involucra, que se hace pequeño y triunfa desde la muerte. Del Dios que con ímpetu promulga su último mandato: “Ama al prójimo como a ti mismo”. Ámalo, no júzgalo. Cuídalo tal como si fueras tú. Esta es la frase que a muchos nos ha hecho convertirnos a la fe. Yo no provengo de una familia católica, pero me convertí, movido por el profundo Amor de Dios y por la promesa de que las Bienaventuranzas, aquel manifiesto explícito de reivindicación hacia los más desposeídos y los sufrientes,  llegarían (en esta tierra, no en otra). Eso me hizo tener un proceso vocacional y en éste, fueron los testimonios de personas como Aldunate, Puga o Berríos los que me sostuvieron, y pese a que yo no haya seguido el camino de la vida consagrada, sus testimonios siguen alimentando mi proyecto de matrimonio y de vida.
Pero Ezzati no sólo atenta contra los religiosos, sino contra lo que ha intentado construir la Iglesia desde que el Cardenal Angelo Giuseppe Roncalli, a sus 77 años, se transforma en el Papa Juan XXIII (1958). Este gran Pontífice llama a la Iglesia Católica a centrarse primero tanto en sus relaciones con el mundo no católico como entre los mismos católicos “en lo que nos une y no en lo que nos separa” produciendo con ello el cambio sustancial que la Iglesia necesitaba, y que hoy el Papa Francisco I ha intentado resucitar. El 11 de Octubre de 1963 la Iglesia se convierte oficialmente a la Tolerancia con la apertura del Concilio Vaticano II, terminando los siglos previos de Inquisición y Cruzadas, determinando en su cuarta sesión que “la verdad no se impone de otra manera, sino por la fuerza de la misma verdad, que penetra suave y fuertemente en las almas”.
Todo esto ha olvidado Ezzati y ha partido su propia Cruzada, su cruzada contra la diversidad en la Iglesia, Iglesia que es tan de él, como de los religiosos y mía. Lo que Ezzati no ha entendido es que el mandato de Amor Fraterno representado por las Bienaventuranzas, no son sólo frases bonitas sino que nos exigen encarnar los conceptos de responsabilidad, cuidado, respeto y conocimiento con respecto a cualquier otro ser humano, orientado hacia el deseo de promover su vida. Las Bienaventuranzas son una invitación y a su vez una exigencia a cambiar el orden de las cosas, por lo que ningún tipo de represión podrá detener la revolución del evangelio, porque Dios está de parte de su pueblo, y su pueblo está con Aldunate, Puga y Berríos.
El Quinto Poder

Cardenal pasa a Nunciatura datos sobre sacerdotes


Ante la controversia despertada el lunes por la información de que el arzobispo chileno Ricardo Ezzati acusó en Roma a tres sacerdotes de reconocidas opiniones contrarias al conservadurismo de la iglesia chilena, el Arzobispado aclaró que el prelado entregó datos solicitados por la Nunciatura en Santiago.
El vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, dijo el lunes que "parece comprensible" la inquietud surgida en personas y comunidades católicas, después de enterarse que el cardenal de Santiago acusó en Roma a tres sacerdotes progresistas, según informó el fin de semana el periódico La Tercera. Más tarde se precisó que Ezzati respondió a una solicitud de la Nunciatura.
"Lo que el arzobispo ha hecho es responder a una solicitud de la Nunciatura Apostólica en Chile de enviar las distintas declaraciones que han hechos estos tres sacerdotes y que han aparecido en diversos medios de comunicación", dijo un comunicado.
"Reiteramos que el arzobispo desmiente terminantemente que haya enviado a la Santa Sede o a la Nunciatura acusaciones o denuncias contra algunos de los sacerdotes mencionados", agregó la nota.
El malestar de católicos y no católicos empezó a expandirse por las redes sociales al enterarse por la prensa que los curas José Aldunate, 97 años; Mariano Puga, 83 años, y Felipe Berríos, 57 años, fueron acusados ante la Congregación para la Doctrina para la Fe por sus opiniones liberales sobre la familia, la homosexualidad y la educación. Ahora se sabe que sus opiniones fueron recopiladas y entregadas a la Nunciatura Apostólica.
El arzobispo Ricardo Ezzati es reconocido por su conservadurismo y oposición a la reforma educacional en curso, a la unión de homosexuales y al aborto, entre otras materias.
Coiro dijo desconocer detalles del procedimiento, pues es de competencia del Arzobispo, no de la Conferencia Episcopal. "Es un asunto de especial complejidad, porque para muchas personas algunos de los sacerdotes mencionados han sido y son testimonio vivo de fidelidad a Jesucristo y de una Iglesia misionera y comprometida con los que sufren".
"Por eso es comprensible la inquietud que esta noticia causa en personas y comunidades", añadió.
Aldunate y Puga destacaron por su defensa pacífica de los derechos humanos durante la dictadura militar, 1973-1990, y Berríos es conocido por sus críticas al papel conservador de la iglesia.
"Aquí como que se le pasó la mano (a Ezzati), podría haber dialogado con nosotros o conmigo", dijo el lunes, junto con reiterar su convicción de que "el homosexual tiene derecho a vivir en pareja" y que a la Iglesia le falta renovarse en materias de familia".
Puga opina que la Iglesia fortaleció el concepto de clases en Chile", que "no es consecuente con el evangelio de Jesús, mientras Berríos criticó en 2013 la actitud de una parte de la elite chilena que buscan una salvación "se las da gratuita, pero ellos quieren comprarla con buenas acciones", y dijo que la Iglesia "ha caído en un lenguaje de secretismo, de verdades a medias y la gente se ha acostumbrado a estar leyendo entre líneas".
Las reacciones a la supuesta acusación de Ezzati se conocieron el mismo día en que el Vaticano emitió un documento según el cual los homosexuales tienen "dones y atributos para ofrecer".
El Nuevo Herald

Álvaro Ramis: “A Ezzati lo traicionó el ego”


La sorpresa por la denuncia que el Arzobispo de Santiago hiciera ante el Vaticano contra los sacerdotes José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berríos no dejó a nadie sin sorprender. Fue la propia Conferencia Episcopal la que declaró que no estaban al tanto de la situación. A su vez, reconoció el aporte de los religiosos en la labor de la Iglesia dejando en una complicada situación al líder de los católicos en Chile. Si bien el Arzobispado desconoció haberlos denunciado ante la entidad rectora, sí reconocieron haber juntado declaraciones de los imputados y haberlas enviado a Roma.

Estos días se dio a conocer que el Cardenal de Santiago, Ricardo Ezzati presentó ante el Vaticano una denuncia contra los sacerdotes José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berríos. Los tres emblemáticos religiosos serán entonces investigados por la Congregación para la Doctrina de la Fe por sus pensamientos contrarios a la dirigencia encabezada por el salesiano. De ahora en más, y en un proceso que puede extenderse por más de dos años, los tres curas serán estudiados por esta poderosa instancia encargada de velar por la correcta aplicación de la doctrina católica en el mundo.
Los implicados están en la mira del arzobispo por diferentes razones. Los dichos de Puga respecto del rol de la Iglesia en el cuidado de los pobres y la igualdad a la que se debe acercar; los de Aldunate sobre las relaciones homosexuales y los discursos y participaciones de Berríos desde que volvió de África forman parte del prontuario denunciado por el “líder” de los católicos en Chile.
Si bien, desde el Arzobispado desmintieron la presentación de papeles ante la entidad rectora, si reconocieron que el Arzobispo adjuntó material de prensa con las declaraciones de los tres sacerdotes. Información que estaría en Roma. La demora en la respuesta oficial, lo único que generó fue la desconfianza y especulación. Situación que se constató a través de las redes sociales.
Es que la historia personal y el compromiso con su apostolado misionero recibieron inmediato y transversal apoyo. Pocas veces un tema eclesial interno alcanza el revuelo de esta denuncia. Situación que puede confirmar o combinar dos teorías: por un lado, el respaldo con el que Aldunate, Puga y Berríos cuentan a nivel social, en contraposición de la compleja relación que Ricardo Ezzati vive en su validación pública.
En lo netamente formal, el obispo tiene jurisprudencia en la materia, posee la facultad para pedir investigación cuando hay situaciones que le parezcan necesarias. Atribución que posee el Arzobispado y no la Conferencia Episcopal, razón por la que se entiende que éstos últimos no estén al tanto de los pormenores de la situación, como lo confirmó el vocero Jaime Coiro.
En su declaración agregó que éste es “un asunto de especial complejidad, porque para muchas personas algunos de los sacerdotes mencionados han sido y son un testimonio vivo de fidelidad a Jesucristo y de una Iglesia misionera y comprometida con los que sufren. Por eso parece comprensible la inquietud que esta noticia causa en personas y comunidades”.
Pero para que la máxima autoridad de la Iglesia católica en Chile haya decidido tomar esta arriesgada decisión debe sentirse, al menos, respaldado. Cercanos a la Iglesia ponen en duda que haya emprendido tal extrema empresa sin saber que recibirá réditos, por un lado, y también que tendrá el piso suficiente para hacerlo.
En ese sentido, Ezzati sabe que es el cardenal, rango que por sí mismo le otorga poder y decisión. Además, forma parte del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), donde comparte membresía con diferentes obispos de Latinoamérica y el Caribe. También, conocida es su relación con el ex arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, hombre que hoy se posiciona como uno de los cardenales más influyentes de la Iglesia mundial. Por supuesto, una línea de pensamiento apoyada y acompañada por las facciones más conservadoras del credo, tanto en Chile como en el concierto internacional.
Sin embargo, y pese a ello, la decisión de acusar internacionalmente a tres sacerdotes de trayectoria no será gratuita en las consecuencias. “Ezzati fue traicionado por su ego”, es la primera explicación entregada por el teólogo Álvaro Ramis.
“Es una medida a sus propios intereses, insensata. Esto lo daña más a él que incluso a los propios sacerdotes acusados. El ego, las ganas de resguardar su propia autoridad jerárquica se impuso por sobre la prudencia política y pastoral. Uno puede pensar que ni en medio de la dictadura, fueron condenados. Siempre los obispos brindaron su apoyo a los sacerdotes. Entonces hoy, cuando ya están muy ancianos, cuando tienen el capital de prestigio acumulado por una vida heroica, el gesto de Ezzati causa repugnancia en la opinión pública. Es un gesto de altanería, de arrogancia por tratar de resguardar su papel como obispo frente a alguien que los cuestiona con autoridad moral, eso le ha dolido mucho”, dispara tajante el experto.
Para el historiador Marcial Sánchez, el obispo debe tener sus fundamentos. Argumentos que espera poder conocer en algún momento para poder entender este impasse de la Iglesia.
Es que la línea de conducción de Ezzati se ha dejado al descubierto en diferentes ocasiones, siendo esta una más.
Otra que permanece en el recuerdo colectivo fue la pasividad con la que actuó frente a las imputaciones contra el sacerdote Fernando Karadima, acusado de abuso sexual. Una de las víctimas del pederasta, James Hamilton, al momento del nombramiento de Ezzati como arzobispo mostró su desacuerdo: tiene un “prontuario de encubrimiento” de religiosos que abusaron de niños, dijo en su momento.
Las acusaciones contra Rimsky Rojas, sacerdote salesiano acusado de abusar de niños, al que Ezzati solo trasladó de colegio y las levantadas en contra de Audin Araya, acusado en Concepción por los mismos cargos y enviado a Colombia por Ezzati, son parte del prontuario que permite hablar de su pasividad a la hora de condenar a pederastas.
En su defensa, el arzobispo  declaró que ha “tenido una postura muy clara. Yo llegué a (ocupar el Arzobispado de) Santiago cuando la Santa Sede ya había juzgado esto y a mí me tocó ejecutar la sentencia”. En relación a las otras denuncias en las que se le acusa de haber protegido a abusadores, dijo: “En los demás casos que me han tocado, puedo decir que he actuado con severidad, con verdad y haciendo justicia”, situación que no es compartida por las víctimas y que le han valido más de alguna crítica como conductor de la fe católica en Chile.
“Varias personas comentan el estilo de conducción del Arzobispo de Santiago, parece que es algo es reiterado, que hay un estilo de conducción con dificultades de comunicación y de coordinación con quienes que deberían orientarlo comunicacionalmente”, respondió Ramis respecto de esta última arremetida del cardenal.
El teólogo fue más allá. A su juicio, Ezzati cometió una grave falta con esta acusación porque en su condición de poder debe velar por el bien común y no por cuidar su prestigio y cargo: “Su cargo le debería remover la conciencia para pensar que a más poder hay más responsabilidad. Entonces  él le está haciendo un grave daño a su prestigio, porque un obispo no solo debe resguardar su propia autoridad sino la comunión eclesial, que acá se está resquebrajando. La idea de catolicidad es la idea de que cualquier persona puede participar en ella independiente de sus diferencias. En esto Ezzati traspasó los límites de la prudencia y generó un grave conflicto que le va a traer costos”, dijo.
El historiador eclesial, Marcial Sánchez morigeró los juicios. En su opinión, es la historia la que va a poder juzgar en su real dimensión esta acción. “Yo planteo que Puga, Aldunate y Berríos son lo que son, es la historia la que juzga, cada uno armará lo que quiera de este hecho, sin quitarle méritos a Ezzati”, dijo.
Conducción de la Iglesia
Este es el punto que más ruido hace en la escena pública. El Papa Francisco ha tratado de levantar un legado en su pontificado que va por la vía del encuentro de la Iglesia con los más pobres, apartándose del lujo, el dinero y el poder.
Más allá, la máxima autoridad del catolicismo ha condenado a quienes se muestran contrarios a esta Iglesia del Cristo pobre, ruta que durante su vida han caminado Aldunate, Puga y Berríos.
Esta situación, más allá del claro cariño popular que respalda a los sacerdotes, pone a la Iglesia misma en entredicho. Por un lado, su máxima autoridad pide una conducción que retome el sentido del cristianismo, por otro, su representante en Chile (nombrado por él mismo para llevar este mensaje) desoye su voz y acciona de acuerdo a sus propias categorías valóricas.
“Hay una señal de inconsistencia. La credibilidad de la institución eclesial se ve dañada, porque lo que valida cada organización es la coherencia que se dice en todos sus niveles. Entonces, la gente tiene derecho a preguntarse por qué si el Papa dice algo, el Arzobispo de Santiago hace otra, cuál es la línea real de la Iglesia. Eso se suma cuando la Conferencia Episcopal hace una afirmación de desconocimiento de esta acusación y los sitúa como testigos de la fe y los pone de ejemplo. Esa dicotomía expresa que hay un desajuste comunicacional y doctrinal: hay dos visiones de Iglesia en pugna y, claramente, el Papa Francisco no siempre cuenta con el apoyo de sus obispos, hay quienes se resisten”, advierte el crítico Ramis.
Consecuencias de la acusación
Mientras dure la investigación, los tres acusados podrían verse restados de su vida eclesial activa. Esto quiere decir, por ejemplo, que Berríos podría no ser nominado para una destinación que le entregara una buena tribuna de acción o que no pudieran hacer clases o publicar libros, explican los entendidos. Situación que se prolonga hasta que el Vaticano emita su veredicto.
“Dos de las tres personas que están siendo llevadas al tribunal (Puga y Aldunate) han marcado su vida en este camino y serán recordados por su integridad y consecuencia, son verdaderos prohombres difícilmente emulados, tal vez seguidos por una línea impulsada por Felipe Berríos y que representan la Iglesia en la que quiere avanzar Francisco, por tanto la historia juzgará las acciones”, menciona Marcial Sánchez.
Pero más allá de lo que implica para los propios imputados, el costo político se lo lleva el propio Ezzati. Según las disposiciones vaticanas, el cargo de Arzobispo de Santiago lo puede ejercer hasta los 75 años (actualmente tiene 72). En esa edad debe renunciar y, eventualmente, el Papa podría extenderle su periodo por uno o dos años más, hasta nombrar un sucesor. Durante este tiempo que queda, el sacerdote deberá sostener un liderazgo cuestionado, manchado por escándalos y actitudes déspotas, al que ahora se suma el haber criticado a tres de los sacerdotes más queridos en el país, por pensar distinto a él.
En este sentido, Álvaro Ramis confirma que esta es una pésima decisión política: Si él quería lograr algo con acallarlos ha generado desconcierto, crispación. Es una medida imprudente que no beneficia a nadie en la convivencia eclesial. Lo único que puede ganar es que haya miedo. Que mucha gente que dice “mira si hacen esto con ellos cómo no lo van a hacer conmigo”. Entonces religiosas, sacerdotes o laicos quieren dar su opinión se van a callar. Genera un efecto muy perverso de inhibición de la opinión pública”.
Más allá de las repercusiones públicas que el escándalo de la acusación le puedan remitir, en lo material nada le ocurrirá. Esto, porque las acusaciones no comprobadas no tienen consecuencias para sus querellantes, menos cuando son obispos, porque la gente no los puede sacar de sus cargos.
Pero, sin lugar a dudas, la más afectada es la propia Iglesia. Cuestionada en su autoridad moral por los diversos escándalos que la han vinculado con temas como abusos, desigualdad, que se ve, ahora, envuelta en una nueva disputa de poder.
“La Iglesia se ha visto enfrentada a situaciones complejas y deleznables. Este tipo de situaciones no le hacen bien a ninguna iglesia, porque uno como laico observa y responde y tiene el deber hasta de disentir con las acciones. El Papa nos llama a decir la verdad, a salir a la calle. Esta iglesia necesita aire, necesita abrir la ventana, por eso creo que es un impasse que no beneficia a esta iglesia”, finalizó Sánchez.
Toda esta situación, plantean los expertos, da pie para que religiosos y civiles se pregunten con qué Iglesia se quedan, con la de los tres acusados o con la de Ezzati. Lo que se puede concluir de aquello es que Francisco no tiene adeptos en todos lados.
Radio Universidad de Chile

Read more here: http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/article2702257.html#storylink=cpy

No comments: