Wednesday, July 08, 2015

El Papa a las monjas de la Madre Teresa: "Éstos son el auténtico rostro de Cristo". Video de la visita

Francisco visita una residencia de las hermanas de la Caridad


Un anciano le da la bienvenida y le impone un sombrero típico ecuatoriano en la cabeza


(José M. Vidal).- En la periferia de la periferia de Quito. Francisco visita el hogar de las Misioneras de la Caridad en el extrarradio de la ciudad. Y allí pronuncia, sin palabras, una de sus mejores homilías: la de la ternura activa con los más ancianos y abandonados de la ciudad. Con ellos habla, sonríe y reza. Los bendice uno a uno a todos y cada uno. Y les dice a las monjas que los cuidan: "Éstos son el auténtico rostro de Cristo. Cuidadlos como a Él".
El Papa entra en la capilla y se recoge en oración. Larga y profunda. LLeva un collar de flores al cuello, al estilo de las monjas de la India. Y ofrece una rosa al cuadro de la Madre Teresa.
Fuera, en un hall, le esperan los ancianos allí recogidos. De fondo suenan los cantos de los niños, mal entonados. Un anciano le da la bienvenida y le impone un sombrero típico cuatoriano en la cabeza.
Francisco saluda a todos y cada uno de los ancianos. Uno a uno, con ternura. Se para a conversar con ellos y le hace preguntas a la monja de la Madre Teresa, que lo acompaña.
Los ancianos y las ancianas, pobres y abandonados, los más pobres de los pobres, se abrazan al Papa, lloran, se emocionan, le piden su bendición y consiguen uno de los mayores regalos de sus vidas. Francisco les ha tocado, les ha abrazado, les ha mostrado la ternura de Dios. Y con un hillillo de voz apenas pueden susurrar a medio coro: "Francisco, te queremos".
Son unos cien los ancianos allí reunidos y el Papa los saluda a todos, pero uno a uno. Desde el primero al último. Mientras, el séquito papal les regala estampas y rosarios del Papa.
Una homilía sin palabras. De las que hablan al corazón de los más pobres, de los descartados.
En una sala contigua, la superiora de las hermanas de la Caridad le muestra una pequeña exposición de fotos de la Madre Teresa.
En un cartel a la entrada está escrito: "Ven y verás algo hermoso para Dios". Cerca del cartel, el Papa se hace una foto con las hermanas de la Madre Teresa, les cuenta un chiste, que todas ríen y les bendice. "Lo queremos, Santo Padre", le dicen las monjas.
Una señora, a la salida, le ofrece una caja de pasteles. "¿Para mí?", pregunta Francisco. Y se los entrega al jefe de sus guardaespaldas.
Fuera, la chiquillería le aclama y también le pide la bendición. Alguien le pone un niño en brazos, que Francisco sujeta con cariño. Y se sube, entre los vivas de la gente, a su pequeño Fiat Idea.
Y la comitiva parte camino del santuario nacional marinao del Quinche, donde va a celebrar un encuentro con el clero y la vida religiosa. Su último acto en Ecuador, desde donde pondrá rumbo a La Paz.

Pope Francis in Ecuador - Visit to a Home for the Aged

No comments: