Tuesday, July 07, 2015

La Copa América y Carlo de Gavardo por Alex Vigueras Cherres ss.cc.


El sábado recién pasado se juntaron dos eventos importantes para nuestro país: el triunfo de nuestra selección, que se coronó campeona de América y la muerte de Carlo de Gavardo. El minuto de silencio, antes de iniciar el partido contra Argentina, fue el signo que unió estos dos hechos históricos.

No cabe duda que el triunfo de Chile nos hizo saborear una alegría especial. En primer lugar, porque fue una alegría que nos unió a todos los chilenos. No importaba el nivel social, no importaba el barrio de procedencia, no importaba si nos conocíamos o no. Todos nos abrazamos, gritamos y celebramos. No es fácil experimentar alegrías como ésta, especialmente en un país en el que fácilmente nos polarizamos. Es hermosa esa sociabilidad, esa familiaridad que se despierta en festejos como este. Cómo quisiéramos que esa misma familiaridad se hiciera más cotidiana. Que interrumpa nuestros silencios en el metro, en el bus, en la calle; que quiebre esa indiferencia que tiende a hacérsenos natural.
Es una alegría especial, en segundo lugar, porque el camino hacia ella fue difícil, porque nos habíamos pasado mucho tiempo sin alegrías de este tipo. Me parece relevante este “punto de quiebre” para nuestra baja autoestima que tendía a hacerse endémica. Es increíble cómo puede instalarse la baja autoestima: creerse menos, perder la esperanza y, sobre todo, perder la confianza en las propias capacidades. Una baja autoestima que no solo es personal, sino que puede llegar a hacerse cultural. La autoestima es fundamental. No solo la confianza en mis propias capacidades, sino también el creer y alentar las capacidades del otro.
Aquí es donde me conecto con Carlo de Gavardo que fue, sin duda, un deportista destacado: el primer chileno en correr el rally París Dakar, tres veces campeón del mundo en motociclismo enduro. Por eso llamaba tanto la atención su sencillez. Sus éxitos nunca lo llevaron a creerse más que los demás. Él era capaz de perder una carrera por parar ayudar a un compañero accidentado (en 1996 recibe el premio al fair play que entrega el Comité Olímpico Internacional). Pero, por sobre todo, fue un maestro que estimuló a otros a caminar por la senda que él había abierto. Creyó en el talento de otros, los estimuló, los animó y, por eso, son muchos los que lamentan su partida. Ignacio Casale, ganador del Dakar en categoría quads dijo: "Gracias a él estoy donde estoy, gracias a él gané un Dakar, gracias a él está la prueba [en Chile]. Se me murió un ídolo, un amigo, esto no se puede creer, se ganó un respeto de todos".
Es posible saborear el haber ganado la Copa América con sencillez. No para humillar al que perdió, no para que se nos suban los humos a la cabeza. Saborearla para que esta posibilidad de ser campeones se nos vaya metiendo en el ADN nacional. Ahí comenzarán a temblar no solo las otras selecciones de fútbol…temblarán también los sinvergüenzas, los corruptos, los dictadores, los abusadores. Ahí comenzaremos a vivir el chaqueteo a la inversa: agarrar de la chaqueta, pero no para tirar para abajo, sino para levantar, alentar, fomentar, para creer en la inmensa potencialidad ganadora del otro.
Alex Vigueras Cherres ss.cc.
SS:CC: Chile

No comments: